Breve reseña del IV Encuentro de Pensamiento y Creación Joven en las Américas: Casa Tomada.
Del 19 al 22 de setiembre del presente año se llevó a cabo el IV Encuentro de Pensamiento y Creación Joven en las Américas "Casa Tomada", realizado por Casa de las Américas en la Habana, Cuba. El propósito del evento fue "identificar voces, propuestas, zonas de conflicto y de creación a partir de los ejes temáticos: Juventud, participacipació y comunicación, Creación y pensamiento en América Latina, ¿Continuidades y rupturas?; autogestión, alternatividad e independencia. Estrategias de existencia y posicionamientos de la producción cultural contemporánea. Conflictos y movilizaciones por el derecho al territorio, por los derechos de la naturaleza y su protección; Jóvenes en la construcción y salvaguarda de la memoria histórica del hemisfério".
Ditsö participó en el panel "Pensar el Territorio. Conflicto y movilización" compartiendo con compañeros y compañeras de organizaciones que actualmente enfrentan conflictos por la defensa del territorio y que han construído estrategias para resistir y proponer otras formas de desarrollo. En este marco encontramos la participación de Mariana Gutiérrez de Ditsö (Costa Rica), Meylin Díaz de Fundación del Río (Nicaragua), Jerónino Díaz de HicAl (México) y Antonio Herrada de FLACSO (Cuba). También contamos con la mirada de dos compañeras Carolina Aguilar (México) y Sonja E. Gandert (Estados Unidos) que nos compartieron las experiencias de movilización y resistencia del movimiento de los Dreamers, el movimiento Black Lives Matters y la lucha de los pueblos originarios en Dakota, Standing Rock.
Respecto a la producción artística, en el panel: “A toda costa, a todo costo. Alternativas ante los circuitos dominantes de producción cultural” se comparte una reflexión común entre las editoriales, colectivos y grupos de arte independiente que han asistido al evento sobre la necesidad de sacar al arte de ese lugar de solemnidad en el que se encuentra, para hacer apuestas más vinculadas a la realidad de las personas y de la cultura popular.
Las propuestas que surgen van desde la comprensión de una gestión cultural que incluya la creatividad y una buena calidad de producción con la gratuidad, para que sea accesible a la mayoría de personas; publicar una poesía más abierta en su formato y en cuanto a quienes crean poesía; reconocer la creación joven contemporánea que generalmente se encuentra opacada por los grandes referentes literarios; compartir la música de una forma no convencional y promover que las personas hagan música; tomar las calles mediante festivales, murales, arte que se apropie de los espacios públicos; romper el formato de las revistas tradicionales y compartir sus contenidos mediante actividades más libres como las peñas culturales; reconocer los lenguajes y las producciones que constituyen la identidad de la mayoría de los y las jóvenes en Latinoamérica, por ejemplo el reggeaton, y resignificar sus contenidos; recuperar la oralidad como una de nuestras características más importantes en cuanto a la transmisión de conocimientos.
En el Panel “Cuerpo y Territorio. El debate público de lo queer” las personas participantes señalan diversas dimensiones. Matthew Leslie comparte las experiencias de transformismo masculino en Cuba, espacio que se ha constituido como lésbico y que permite la apropiación del espacio público por parte de éstas mujeres. Manuel Tzoc se enfoca en el contexto de Guatemala y Centroamérica cuestionando la lucha LGBTTIQ que se ha institucionalizado y que mira con desprecio y burla a los pueblos indígenas u otros grupos marginalizados. Desde su trabajo intentan generar un cambio de mentalidad que reconozca las interseccionalidades. Por último, Javiera Manzi, de Chile, coloca su mirada en los(as) desaparecidos(as) en democracia, maricas y mapuches, haciendo la pregunta ¿Qué lugar tiene el arte en el cuerpo en un país de cuerpos desaparecidos? Su visión retoma la importancia de la memoria histórica y el lugar que la Danza de la Cueca ha tenido en la visibilización de esas personas desaparecidas desde la dictadura de Pinochet hasta la actualidad.
Vinculado a este último punto, el panel sobre “Juventud y memoria histórica” tiene una palabra común y son los silencios, los silencios que se han mantenido dentro de las izquierdas por distintas razones y que necesitamos romper. Marco Antonio Álvarez comenta su libro "Tati Allende: Una revolucionaria olvidada", en referencia a Beatriz Allende, hija de Salvador, quien tuvo un estrecho lazo con Cuba y con la visión política del Che. Álvarez sostiene que Tati Allende ha sido olvidada por tener una actitud incómoda para el machismo de su época, por haber cometido suicidio, siendo una acción muy condenada dentro de la izquierda, y como una decisión de la clase política de izquierda chilena, de mantenerla en el olvido.
Josué, de Nuestra América, y Carla Valdés coinciden en sus respectivos proyectos en que la memoria es una construcción en disputa; las clases hegemónicas en nuestros países quieren que le pasemos página al pasado, pero no a cualquier pasado, sino a la historia de nuestras luchas. Mantener un trabajo constante sobre la memoria histórica es fundamental para la construcción y apropiación comunitaria de los territorios, para alimentar las nuevas propuestas y seguir creando nuevos caminos.
Además de estas discusiones se desarrollaron los paneles: "A la calle nuevamente. La América Latina y el Caribe desde sus espacios públicos", "Juventud y Ciencias Sociales en la América Latina", "Desafíos al mainstream comunicacional en las Américas"; así como la presentación de diversas obras de teatro y danza, la participación de escritoras(es) jóvenes que compartieron sus obras y la construcción de un mural a cargo de Mónica Miranda, compañera representante del Festival Nosotras Estamos en la Calle.
Compartimos algunas fotos sobre el evento.